lunes, 21 de enero de 2013

Urgencias y bisturí revolotean en Can Barça

Roberto Tamayo



Una persona puede engañar a su pareja, a sus amigos, a su familia o a sus jefes, pero jamás debe engañarse a sí mismo. Este mantra es extensible a las organizaciones, independientemente de su naturaleza. Los resultados cortoplacistas suelen nublar la vista y saciar el ego de innumerables gestores en una época en la existe una tendencia enfermiza al mutismo. Después de ser el gerifalte del basket español durante los últimos dos lustros, el Barcelona atraviesa por una situación tan espinosa como desconocida. Los rumores sobre posibles incorporaciones se disparan como si el club blaugrana fuera a encontrar a un Mesías a mitad del curso. La incertidumbre se incrusta en una plantilla que sufrió su reestructuración más severa el pasado verano. ¿Está condicionado el posible fichaje por el resultado de uno o dos partidos? ¿Necesita el Barcelona un nuevo jugador? ¿En qué posición?



El director de la sección, Joan 'Chichi' Creus, afronta sus días más críticos de su excepcional gestión. El equipo se coló en la Copa del Rey achicando aguas y está en búsqueda del tratamiento que sane su bipolaridad. En Euroliga apenas han perdido dos partidos de los 14 que ha jugado mientras que en la competición doméstica cada dos partidos tiene un parto. Considero que el Barcelona goza de un mayor respeto en Europa que en la Liga Endesa. Los clubes continentales siguen mirándole con el temor de los últimos años. Si entramos en cuestiones técnico-tácticas, podría desplegar una retahíla de argumentos pero me centraré en tres:

1.- El Barcelona se muestra más duro en defensa y dinámico en ataque cuando juega en Euroliga.
2.- 4 de los 9 rivales europeos a los que se ha enfrentado tienen un nivel inferior a la media de la Liga Endesa.
3.- El principal factor, Navarro al margen, que pulsa el rendimiento del equipo es la actuación de los bases. Cuando están inspirados, el conjunto culé suele ganar.

Aparece la rumorología


Este último argumento es extensible a la Liga Endesa como se demostró ayer. Tras firmar el partido más pobre de los últimos años frente al Estudiantes, el Barcelona se plantó en Valladolid sin Navarro y con la obligación de sumar. Marcelinho Huertas, cuyos minutos y protagonismo se habían resentido en las últimas semanas, firmó un partido sublime en la apurada victoria culé. Durante gran parte del encuentro planeó la posibilidad de una nueva derrota. Esa misma semana se había aireado la opción de fichar a un escolta (Brad Oleson o Carl English), lo que situaba al Barcelona en un escenario inusual. La rumorología se ha instalado en la Ciudad Condal tras tomarse unas vacaciones que parecían perennes. Los rumores denotan ciertas urgencias, agravadas por el paso ligero de su eterno rival, y las prisas nunca han sido las mejores consejeras a la hora de utilizar el bisturí.

¿Qué hubiera sucedido si el conjunto blaugrana hubiese perdido en Pucela? ¿Se habría acelerado el proceso del fichaje? ¿Habrá un cambio de perspectiva por una victoria contra un equipo modesto que se fraguó en los últimos minutos tras otro encuentro gris?

En caso de llegar una incorporación, el colapso en el vestuario se agravaría. El Barcelona dispone de 13 fichas pero solo tiene 5 nacionales. La normativa ACB establece que debe haber al menos 4 jugadores nacionales cuando se inscriben 11 en acta; y 5 cuando haya 12 fichas. El follón es morrocotudo. Si ficha a Oleson, que tiene pasaporte español aunque haya nacido y crecido en Alaska, lo más probable es que Álex Abrines, apuesta de futuro del Barça que acumula muchos minutos de banquillo, saliera cedido a otro equipo. El problema es que Oleson, cuyas características encajan con el retrato robot que parece estar buscando el club culé, no puede jugar la Euroliga al haberla disputado ya con el Caja Laboral. Si el elegido es English, tendría que salir uno de los jugadores no españoles. Manifiesto mis serias dudas de que English pueda dar el rendimiento que el Barça busca. Se trata de un excepcional anotador que necesita una importante cuota de protagonismo. Y me temo que esa posibilidad es inviable en un equipo aristocrático como el Barcelona. Tenemos como referencia su efímero e intrascendente paso por el Caja Laboral.

¿Por qué se habla de contratar a un escolta y no a un pívot?


Los fríos y demoledores datos hablan de una carencia lacerante de tiradores metedores. El Barça es el cuarto peor conjunto en porcentaje de triples pero tiene jugadores de nivel para revertir esa estadística. Jasikevicius ha demostrado durante su extensa y existosa carrera que tiene una mano de seda, aunque esta temporada esté relegado a un discreto segundo plano. Abrines, que tiene solo 19 años, fue reclutado en verano como un especialista desde la larga distancia pero juega una media de 8 minutos y acumula 4/20 en triples.

El mayor cambio del Barcelona se ha producido en su juego interior. Tomic y Jawai, talento técnico y talento físico, no echan el cierre a la zona como lo hacían sus predecesores. El conjunto blaugrana se mantiene como mejor defensa del campeonato pero recibe 6 puntos más que el curso anterior. El croata  se muestra resolutivo en ataque, como era de esperar, e incluso ha mejorado su capacidad reboteadora. Su ya consabida ausencia de intimidación es lo que se trataba de compensar con el fichaje de Jawai, una mole con una fantástica capacidad de salto. El australiano no está ocupando ese vacío defensivo ni está aportando de forma regular en ataque. Se encuentra más cómodo en Euroliga porque se permiten más contactos, pero su rendimiento es inferior al esperado sobre todo cuando falta Navarro, con quien tiene una excelente complicidad en la pista.

La cuenta atrás está en marcha. El Barcelona dispone hasta el 31 de enero para fichar a un jugador de la Liga Endesa. Si no fructifica, tendrá que rastrear el bazar europeo.




2 comentarios:

  1. Los Mesías no se encuentran facilmente, así que el Barsa tendrá que calcular bien sus opciones si quiera sacar algo en Europa, ya que en casa tiene poco futuro.

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  2. Quizá sea un problema de liderazgo cuando falta Navarro, o de compromiso del equipo. Viendo la plantilla es un equipazo, pero se vienen abajo ante rivales (a priori) de menor entidad.

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